Catéteres para hemodiálisis / Cristina Pineda Ginés, María del Rosario Graciani Mira

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Bibliografía: p. 56

Cuando la función renal es insuficiente para mantener al enfermo con vida, debe iniciarse un tratamiento sustitutivo que la restablezca y permita la supervivencia del paciente. La hemodiálisis sustituye la función depuradora y excretora del riñón; para realizarla se precisa de un acceso vascular.
El ideal es, sin duda, la fístula arteriovenosa; sin embargo en la práctica diaria se plantea la necesidad de obtener con rapidez un acceso vascular eficaz en pacientes obesos, edematosos o con un pobre árbol vascular. En estos casos se emplean los catéteres de doble luz en venas femorales, subclavias o yugulares introducidos mediante punción percutánea.
La elección de la vía (preferentemente vía yugular del lado derecho gracias a su proximidad con la aurícula derecha) y su implantación se lleva a cabo por el médico de la unidad; la enfermera responde de su cuidado y perfecta utilización.
Los objetivos planteados en el mantenimiento de los catéteres de doble luz van encaminados a evitar su obstrucción y acodamiento, y la presencia de infección en el punto de inserción del catéter.
Las manipulaciones se realizarán con rigurosa asepsia, comprobaremos habitualmente que los clamps de los catéteres permanecen cerrados y se usarán exclusivamente con finalidad terapéutica. Cuando la función renal es insuficiente para mantener al enfermo con vida, debe iniciarse un tratamiento sustitutivo que la restablezca y permita la supervivencia del paciente. La hemodiálisis sustituye la función depuradora y excretora del riñón; para realizarla se precisa de un acceso vascular.
El ideal es, sin duda, la fístula arteriovenosa; sin embargo en la práctica diaria se plantea la necesidad de obtener con rapidez un acceso vascular eficaz en pacientes obesos, edematosos o con un pobre árbol vascular. En estos casos se emplean los catéteres de doble luz en venas femorales, subclavias o yugulares introducidos mediante punción percutánea.
La elección de la vía (preferentemente vía yugular del lado derecho gracias a su proximidad con la aurícula derecha) y su implantación se lleva a cabo por el médico de la unidad; la enfermera responde de su cuidado y perfecta utilización.
Los objetivos planteados en el mantenimiento de los catéteres de doble luz van encaminados a evitar su obstrucción y acodamiento, y la presencia de infección en el punto de inserción del catéter.
Las manipulaciones se realizarán con rigurosa asepsia, comprobaremos habitualmente que los clamps de los catéteres permanecen cerrados y se usarán exclusivamente con finalidad terapéutica.

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